domingo, 23 de noviembre de 2008

3 de la mañana, tu estomago pesa, dos litros de cerveza tienen la culpa. Afilas tus codos dispuesto a cruzar el pasillo del minúsculo bar con la esperanza de poder descargar parte de ese peso que tu estomago y riñones se han ocupado de procesar.

La cola no es demasiado larga, 20 minutos en la cola del meadero da para muchas conversaciones interesantes. Porque no tiene glamur, pero estoy convencido que grandes historias de amor han comenzado en la cosa de un lavabo. La gente no lo reconoce, porque no tiene glamur.

Esta vez no ha habido suerte, ninguna historia de amor comenzará esta noche. Solo habia chicas con cara de enfado, de esas que tanto abundan ahora.

Alcanzo mi objetivo. Ante mi aparecen dos puertas, una maracada con una H y otra con una M. Entonces me vengo abajo, cual es mi puerta, como me identifico yo, soy M o H.

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